LA ACELERACIÓN DEL DESARROLLO ¿FAVORECE O PERJUDICA EL APRENDIZAJE DEL NIÑO?

El viernes pasado en la clase de psicología del desarrollo, con Sara, realizamos un debate sobre los pros y contras de la aceleración del desarrollo en edades tempranas. A pesar de que casi todas las posturas eran contrarias a la aceleración del aprendizaje nos dividimos en dos grupos, unas a favor y otras en contra, lo que hizo que fuese más enriquecedor y ameno. La conclusión general que se realizó en dicho debate fue que no es aconsejable acelerar el desarrollo del niño, aun que si sería recomendable ofrecerle posibilidades más avanzadas en el caso de que las demande o demuestre habilidades para ello.

Después de esta breve síntesis sobre el debate, vamos a exponer nuestra postura al respecto, la cual se inclina hacia una enseñanza adaptada a la edad del niño, esto no descarta que el alumno que muestre habilidades o interés en el aprendizaje de conceptos más avanzados a los que se imparten a su edad no pueda ser incentivado a desarrollarlos.

Nuestra postura también toma como referente la experiencia personal de una de nosotras. A la que enseñaron a leer y escribir con cuatro años, sin ni si quiera haber detectado que tenia dislexia, y provocando en esta mayor dificultad para alcanzar los objetivos marcados.

Para terminar, una posible solución, a este problema dentro del aula, donde nos encontraremos niños que muestren diferentes niveles en su desarrollo psicoevolutivo, es por ejemplo incentivar a los niños que terminen antes las tareas, a que ayuden a sus compañeros. De manera que tanto unos como otros salgan beneficiados.

HOY EMPIEZA TODO

“HOY EMPIEZA TODO” cuenta la historia de Daniel, profesor y director de una escuela infantil en una población deprimida en el norte de Francia. Es un hombre sensible y tenaz que siente pasión por su trabajo, pero se encuentra atrapado en una jerarquía que no le permite extralimitarse en sus funciones como educador, viéndose obligado a seguir las normas básicas de enseñanza mientras sus alumnos van a la escuela literalmente muertos de hambre y en harapos. A pesar de los obstáculos, Daniel no se dará por vencido y conseguirá el apoyo de toda la comunidad. Una historia de coraje, constancia y valor; la lucha de una comunidad para lograr que para esos niños, en cualquier momento y lugar, hoy empiece todo.

Esta es una película bastante cruda, pero nada más lejos de la realidad que sufren tantos barrios marginados. No es desde luego una película amable: La iluminación, los ruinosos exteriores en los que se rueda, las miserables moradas de sus personajes, sus atuendos, actitud e incluso aspecto contribuyen a acentuar la sensación de necesidad y desamparo en la que viven los personajes. Es una película de denuncia social, dura sin concesiones, que te deja absolutamente abatido y trastornado.

               El protagonista de esta historia es el director de la escuela, su relación con los alumnos es casi paternal: se preocupa por su educación como si fuera la de sus hijos y no quiere que les falte de nada, cuida de que acudan a clase cada día y de hablar con los padres si no lo hacen para hacerles entrar en razón y que entiendan lo importante que es la escuela.

Al tratarse de un colegio situado en un ambiente marginal necesita de mucha ayuda por parte de los servicios sociales; al no recibirla, se encara con ellos, y hasta que no se la dan no descansa.

Su vida personal está marcada por su vida laboral, se lleva los problemas a casa y no es siempre capaz de separar lo uno de lo otro; y cuando lo logra, el hijo de su pareja hace que vayan más unidos que nunca ayudando a los chicos del barrio en el destrozo de la escuela. Este hecho provoca un punto y aparte en su relación que, poco a poco, vuelve a su ser.

En nuestra opinión la actitud de Daniel como profesor, es excepcional porque trata los niños con muchísimo cariño; Daniel les intenta enseñar todo lo que sabe de una forma que ellos lo entiendan, normalmente utiliza canciones, en una parte de la película un inspector viene a valorar su función de profesor, diciéndole que su actitud como profesor es generalmente buena pero que hay cosas que cambiar. En nuestra opinión cada profesor tiene sus estrategias para enseñar y son totalmente validas, si los niños aprenden.

En su actitud como director de la escuela infantil, es totalmente diferente a la de profesor. Daniel intenta que todo vaya bien en la escuela y por eso discute tanto con los servicios sociales y las administraciones porque creen que no hacen lo suficiente por sacar adelante a las familias. Su actitud hay veces que deja mucho que desear porque se pueden decir las cosas de muchas maneras y hay que entender que estos servicios pueden tener mucho trabajo y es difícil atender a todos  y solucionarle los problemas de inmediato.

            Lo que pasa fuera de la escuela forma parte también de la estructura de los acontecimientos escolares. La situación que padecen las familias no sólo se refleja en los niños, también tiene unas consecuencias claras en el comportamiento de sus maestros. Los maestros intentan enseñar todo lo posible a estos niños, intentando que estos olviden las cosas que pasan en casa. En la película se muestra, en una escena, que los maestros sufren mucho por las cosas que les pasa a esos niños. La actitud de estos maestros es muy positiva porque a pesar de todo intentan enseñar a los niños, ya que en muchos casos de nuestra sociedad la actitud de los maestros con los niños que tienen problemas en sus casas y que es difícil sacarles adelante, es  dejarles a un lado y no preocuparse por que aprendan.

La actitud de las familias deja muchos que desear en nuestra opinión, porque en muchos casos toman el camino más fácil para ellos sin pensar en sus hijos y en su bienestar, la mayoría de estas familias están en situaciones muy críticas pero en esos momentos es cuando más hay que salir adelante. Otras familias que están en situaciones algo mejor no se preocupan y lo peor de todo es que no hacen caso de lo que les dicen los maestros.

En la película los servicios sociales tienen demasiados sitios donde atender y pocas personas que los atiendan, en parte esto es culpa de la administración, porque es ella la que tienen que invertir y dar dinero a estos servicios, es verdad que hay veces que no se puede pero en muchos casos se invierte en otras cosas, una gran cantidad de dinero que no es necesario. En la película se muestra como las personas que componen los servicios sociales pueden conseguir cosas si se mueven, si hablan con las dos partes, si tienen interés por solucionar los problemas… aunque en algunos casos no lleguen a tiempo, en otros pueden conseguir muchísimas cosas. En la película se observa como la primera asistente social no consigue casi nada y no insiste en colaborar con la escuela, mientras que la segunda asistente social, consigue muchas cosas y lo más importante es que hace que el director y los maestros recuperen un poco la confianza en los servicios sociales.

A lo largo de la película podemos encontrar una serie de sentimientos que definen y completan las personalidades y perfiles de varios de sus protagonistas.

Solidaridad, compromiso, entrega y afabilidad  son unos de los ejemplos que  podemos encontrar en Daniel, el director de la escuela infantil, sobre todo a la hora de tratar con los niños, siempre agradable con ellos a pesar de las adversidades, o luchador para sacar adelante su proyecto de una escuela que intente cubrir las necesidades educativas y afectivas de los niños para un mejor desarrollo de éstos. También se muestra así con su mujer y el hijo de ésta, y con su padre, preocupándose por él cuando le da un infarto a pesar de que maltratara a Daniel durante toda su infancia.

Daniel presenta una actitud dura a la hora de tratar con los servicios sociales y con alguno de los padres cuando no cumplían las normas de la escuela o descuidaban en alto grado a sus hijos.

También encontramos estas actitudes de solidaridad, entrega y compromiso en algunas de las profesoras de la escuela, que junto a Daniel cooperan para llevar a cabo este proyecto de integración.

En varias escenas de la película encontramos  irresponsabilidad por parte de alguno de los padres en relación con sus hijos, hasta el punto de descuidar  necesidades tan vitales como una buena alimentación e higiene.

En cualquier caso, el sentimiento más importante que refleja  la película es el valor de amistad que presentan los niños entre ellos y su director a pesar de las adversidades que sufren.